La confianza y credibilidad es un pilar fundamental en cualquier ámbito, como lo son el personal y el empresarial. Porque además de ofrecer un buen producto o servicio, también es importante cumplir con lo que corresponde y con ello posicionarse como un buen ciudadano corporativo.
Cuando una compañía o profesional independiente incumplen sus compromisos (financieros, laborales o incluso acuerdos informales), el daño a su reputación puede ser irreparable.
Una muestra de ello, es la empresa Altos Hornos de México (AHMSA), una de las principales productoras de acero del país, pero que fue declarada en quiebra en el expediente 19/2023 por el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Concursos Mercantiles de la Ciudad de México*, lo anterior después de haber acumulado una deuda de $5 mil millones de dólares (mdd) lo que la llevó al colapso, perjudicando a miles de trabajadores y clientes.

A continuación, enlistamos algunas repercusiones negativas que derivan del abandono de responsabilidades:
Impacto en la confianza: cuando un cliente, proveedor o socio percibe que no se están cumpliendo los acuerdos adquiridos, la confianza construida por meses o años comienza a desmoronarse, es por eso que las empresas que no cumplen con los términos comienzan a ser catalogadas como poco confiables.
Suspensión de servicios: otro riesgo inmediato al no cumplir con lo acordado es la posible suspensión de servicios por parte de proveedores o colaboradores. Esto puede interrumpir la operación de la empresa e incluso generar costos adicionales para resolver el inconveniente.
Consecuencias contractuales: cuando no se saldan las cuentas a tiempo, es posible que surjan disputas formales que requieran la intervención de mediadores o incluso procedimientos legales. Esto no sólo implica costos adicionales, sino que también afecta la percepción de seriedad y compromiso de la empresa ante terceros.
Pérdida de oportunidades y relación a largo plazo: una de las repercusiones más graves es que, si se dejan cuentas pendientes o no se resuelven los conflictos a tiempo, las empresas o clientes podrían decidir evitar trabajar juntos en un futuro. Los acuerdos que no se cumplen dejan una marca indeleble en el historial reputacional y será difícil recuperar la oportunidad de reiniciar una colaboración en el futuro.
La clave de trabajar en conjunto entre clientes y proveedores para llevar al éxito algún proyecto es mantener una comunicación abierta y sincera estableciendo nuevos acuerdos que favorezcan a ambas partes. Con lo anterior, se verá beneficiada la credibilidad y profesionalismo de los involucrados.
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